Una de las mejores cosas que se puede decir de China, en general- y de Shanghai, mas en particular- es que la oferta de comida es abundante y variada, aparte de resultar de una calidad excelente. No les gustara, por norma general, a quienes no les guste la onmipresente salsa de soja pero, por lo demás, la variedad es tan amplia que hay donde elegir y, además, a precios muy reducidos.
No es fácil recomendar restaurantes concretos en China. El hecho de que el nombre de muchos locales, sobre todos aquellos que no están dedicados a los turistas, aparezca únicamente rotulado con caracteres chinos, dificulta mucho la tarea de localizar un restaurante concreto por recomendación de un amigo o un conocido. Parece mejor, por tanto, referirse a zonas de la ciudad concretas donde el visitante pueda elegir que a lugares específicos.
Es necesario hacer una pequeña observación sobre las dificultades idiomáticas antes de hablar de los restaurantes propiamente dichos. En las calles hay miles de tiendas de comida y pequeños establecimientos para comer donde los dependientes solo hablan chino, los rótulos están únicamente en chino y no hay una carta con fotografías donde poder mirar, al menos, el aspecto de los platos que se consumirán. En estos lugares, que también coinciden con lo mas auténticos de la ciudad, será imposible comer a no ser que haya en el grupo alguien que hable o entienda el idioma y pueda pedir la comida.
La excepción a esto son los puestos callejeros, donde el hecho de que haya solo una comida en cada uno de ellos permite hacerse entender con gestos y negociar el precio. Shanghai esta llena de estos pequeños puestos, algunos de ellos agrupados en calles donde se apiñan en pocos metros pero, otros muchos, aislados en algún punto de la ciudad.
Los mas corrientes son los puestos de brochetas, donde el vendedor dispone de brochetas de diferentes tipos de carne, moluscos o vegetales que prepara a la brasa en aparatos preparados a tal efecto y que muchas veces se ven desde lejos por la gran humareda que provocan. El precio de estas brochetas es ridículo. Normalmente, las brochetas de carne cuestan 1 yuan.
En Shanghai, junto a las brochetas, también son muy habituales los puestos de fideos de todo tipo. Por lo general, disponen ya de los fideos preparados y cocidos y, en apenas unos minutos en una cocina portátil, los combinan en un wok con otros ingredientes para crear un plato fácilmente trasladable en un recipiente. Cada puesto tiene su especialidad y sus ingredientes, y el precio suele estar alrededor de los 5 yuanes.
Aparte de los puestos de brochetas y fideos, en los puestos callejeros de comida de Shanghai se pueden encontrar otros tipos de especialidades, como empanadillas, tortas a base de masa de harina, bollos y muchos tipos de fruta. Son fantásticos para comer sobre la marcha o para resolver una cena rápida y barata.
Algunas calles, como el callejón que sale de la esquina de las calles Renmin Road y Yunnan Road South, combinan la opción de puestos callejeros con restaurantes pequeños para crear una zona de apenas unos 300 metros abarrotada de posibilidades de comida que, en este caso, llegan a incluir también productos como cangrejos, ostras y cigalas.
Aunque, en lo que respecta al marisco, hay que recomendar dos restaurantes en Yunnan Road South, Zhou Shan Hai Xian y Runhailou Haixian Jin Jia, cuya particularidad principal es disponer en su escaparate de una gran variedad de mariscos y pescados vivos -desde angulas hasta langostas, pasando por almejas, navajas u ostras (en uno de ellos llegaron a ofrecerme incluso serpiente)- que escogen y cocinan en el momento por precios muy ajustados.
Para quien le guste callejear y se atreva a adentrarse por la Ciudad Vieja de noche -es segura aunque es verdad que no esta muy bien iluminada y da algo de reparo en algunas zonas-, encontrara varios callejones de este estilo donde comer con los locales con muy poco dinero.
Otra opción muy buena para comer en la Ciudad Vieja y mucho mas convencional y rodeado de un estándar similar al europeo, es la zona comercial de New Yu Yuan Street, donde están todas las opciones: desde puestos de brochetas con un aspecto mas formal que los vendedores callejeros, a restaurantes chinos con carta en ingles, pasando por las cadenas multinacionales de comida rápida.
De todos modos, a quien no le guste explorar los puestos callejeros de comida o prefiera no adentrarse en la Ciudad Vieja, una opción muy interesante son los alrededores de East Nanning Rd. Es cierto que en la propia calle comercial los restaurantes brillan por su ausencia, excepto las onmipresentes cadenas internacionales de comida rápida, pero en las calles perpendiculares a la principal podrán encontrarse muchos establecimientos bien acondicionados y preparados para recibir a comensales internacionales -al menos con la carta rotulada en ingles-.
En la Concesión Francesa, especialmente en las proximidades del Parque de Fuxing, existen también restaurantes de un nivel medio/alto, donde el visitante podrá comer sin tener que desesperarse para que se entere el camarero.
Finalmente, en la zona de PuDong- especialmente en las proximidades de los rascacielos y las calles mas comerciales-, podremos encontrar restaurantes de muy buena calidad. Es muy recomendable, si se quiere tener una cena especial, acudir a alguno de los locales en la orilla este del río (algunos de ellos son muy exclusivos) y cenar o tomar algo contemplando las vistas de la ciudad. No obstante, para ver esas vistas no hace falta acudir a las opciones mas caras. Existen restaurantes mas económicos e, incluso, una hamburguesería con comida para llevar.
En resumen, mi consejo es ir con ganas de probar muchas cosas y, a ser posible, huir lo máximo posible de restaurantes que puedan parecer excesivamente turísticos. Las opciones para comer en la ciudad son inmensas y, aunque a veces resulte difícil hacerse entender, compensa intentar buscar opciones lo mas locales posible.